Suchitoto, Ciudad Histórica y Cultural:
A 50 minutos de San Salvador, y a la orilla del lago más grande del país, se encuentra la hermosa ciudad colonial de Suchitoto, palpitante estrella de la Historia, de la Cultura, y ahora del Turismo en El Salvador. Suchitoto es el Sitio donde los colones españoles del Siglo XVI establecieron la primera ciudad europea en tierra mesoamericana, en 1525. De esta primera villa colonial, queda un excepcional campo de ruinas, Ciudad Vieja, parque arqueológico a 6 kms de la ciudad actual.
Ahora Suchitoto ofrece al visitante su belleza arquitectónica, fruto de su desarrollo como ciudad, al final de la época colonial y al empiezo de la independencia del país (1821): sus mansiones de estilo colonial, sus fachadas inmaculadas ornadas de balcones originales, sus calles empedradas, sus plazas y parques, su Iglesia Santa-Lucia, su Teatro, su imponente lago, testimonian de su larga historia y presentan un impactante nivel de preservación y de autenticidad.
De toda su historia Suchitoto siempre tuvo una fuerte vocación cultural, empezando por su nombre que significa Pájaro-Flor en idioma indígena Náhuatl: su Iglesia colonial, su Teatro Alejandro Cotto, el Centro para la Paz, su Festival Internacional de Arte y Cultura (febrero), sus escuelas de idioma y de música, sus Galerías de Arte y Museos, le invitan a un recorrido cultural, pero también sus Tradiciones Populares, Fiestas del Pueblo (como la Fiesta del Maíz al final de Agosto) y las Procesiones y Celebraciones Religiosas.
Pero lo que marca especialmente los viajeros es que, más allá que su encanto histórico y colonial, Suchitoto, se ha preservado como Pueblo Vivo y Encantador: su población local, amigable y acogedora, siempre vive, trabaja, y disfruta la vida en la apacible ciudad, y la comparte con gana con los turistas internacionales. De este intercambio sale el encanto del lugar y el valor del viaje.
Caminar por su Mercado, recorrer sus pequeñas calles, visitar sus Tiendas o sus Galerías de arte, sentarse para un café en la Plaza central, o degustar una ‘pupusa’ en un comedor de la calle son parte de la experiencia mágica. En un sentido, el tiempo se ha suspendido en Suchitoto, y no se van a querer ir.